1. Fallar voluntariamente y reflexionar. Una línea de Samuel Becket va así: “¿Alguna vez intentaste? ¿Alguna vez ha fallado? No importa. Inténtalo de nuevo. Falla de nuevo. Fracasa mejor.” La parte sobre intentarlo de nuevo no es nada fácil.
2. Acepta y confronta tus miedos. De acuerdo al autor Brendon Burchard, el miedo puede ser categorizado en tres maneras, todas relacionadas con el dolor.
La primera es dolor de la pérdida. La cual pasa cuando tienes miedo de seguir adelante porque no quieres perder algo valioso.
La segunda es procesar el dolor. Esto inevitablemente pasa cada vez que intentas algo nuevo. Debes pasar por el proceso de aprender a lidiar con ello.
La última es el dolor de los resultados. Esto quiere decir que no obtuviste los resultados que querías.
3. Practica la autodisciplina. Esta es la habilidad para retrasar la gratificación y la para trabajar duro ahora para disfrutar de los beneficios después.
4. Duerme un poco. Después del debut de su sitio, Arianna Huffington, colapsó de agotamiento y falta de sueño. Había estado trabajando 18 horas al día porque estaba comprometida a hacer crecer su empresa. Cuando colapsó, se golpeó la cabeza contra un escritorio y le salió mucha sangre.
Cuando descansas lo suficiente, te sientes con más energía, cargado y listo para hacer frente a cualquier problema que el emprendedurismo te arroje.
5. Da a los otros. En su libro “Give and Take: Why Helping Others Drives Our Success”, el professor Adam Grant nos enseña la idea de la generosidad en un ambiente profesional.
Durante siglos, la gente se ha enfocado en los conductores individuales del éxito: pasión, trabajo duro y voluntad. Pero las cosas han cambiado. El éxito es dependiente de acuerdo a como interactuamos con los otros y lo mucho que les damos.